La Fundación Elisheva comenzó con el concepto de un centro de restauración en 2012. La visión era crear un lugar donde los niños que habían sido abandonados y abusados pudieran venir y ser restaurados a través de la Palabra de Dios y a través de la adoración. Sin saber dónde encontraríamos a estos niños, empezamos a llevar un programa de prevención de abuso sexual, P.A.S.I., a escuelas e iglesias, y los ciclos de abuso comenzaron a romperse.

 

Antes de que esto pudiera suceder, se abrió JUDÁ basándose en Salmos 8:2, "Por la alabanza de los niños y los bebés, has establecido una fortaleza contra tus enemigos, para silenciar al enemigo y al vengador." JUDÁ fue un centro de adoración para niños de 3 a 12 años donde

los niños venían a aprender piano, batería, guitarra, danza y violín.

 

En 2018, la Fundación Elisheva abrió su visión para no solo buscar cómo prevenir el abuso entre los niños y la restauración, sino que nos educamos en la necesidad de también intervenir. La segunda campaña en toda la ciudad se centró en estas tres áreas: prevención, intervención y restauración.

 

Después de un giro en los acontecimientos, la Fundación Elisheva, comenzó a centrarse en ayudar a restaurar los corazones de seis niños a través de un programa llamado Celebration Place. Mientras trabajamos con estos niños, también vemos la necesidad de un centro de recursos en línea que pueda ayudar con la prevención, intervención y restauración.

 

Nuestro deseo es continuar siendo fieles con las tareas que el Señor nos da mientras le seguimos en alianza con la visión que Él nos ha dado para restaurar vidas. Hemos aprendido que la sanidad completa nunca se puede encontrar aquí en la tierra debido a la gravedad de los daños que viene con abuso sexual. Es posible que las cicatrices sigan ahí y que las preguntas nunca tengan respuesta. Sin embargo, los niños son demasiado valiosos para ignorarlos y deseamos hacer nuestra parte en la creación de lugares seguros en un mundo malvado, roto y caído.